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Fisting Vaginal

Si eres una persona “Tradicional” en lo que se refiere al sexo y las prácticas sexuales que salen de lo normal te horrorizan, te recomiendo que dejes de leer ahora mismo.

La palabra “Fisting” proviene del inglés Fist (Puño) y la práctica sexual consiste en introducir un puño en la vagina o ano.

Aunque pueda parecer una práctica extrema, con la persona adecuada, mucho lubricante y paciencia puede llegar a ser increíblemente placentero y excitante.

Aquí dejamos la experiencia de algunas parejas que lo experimentan:

Marta, 33 años: -Lo practico a menudo con mi novio. Me da la sensación de sentirme llena. Quiero decir, totalmente llena. Es una sensación de dejarse ir, ceder el control y centrarme solamente en las sensaciones físicas. Los orgasmos son increíblemente intensos y me hace sentir muy conectada a mi pareja.

Javier, 40 años: -Mi mujer y yo hemos experimentado muchas prácticas sexuales, y el fisting está entre nuestro repertorio habitual. A ella le encanta y a mí me da una sensación de control y poder que me excita mucho. Cuando tengo la mano dentro la siento muy comprimida por los músculos de su vagina. Cada minúsculo movimiento que hago con los dedos genera espasmos de placer en mi pareja. Cuando terminamos la sesión de fisting siempre intento cuidar a mi pareja, ya que estas sensaciones tan fuertes la dejan en un estado vulnerable.

Elisa, 27 años: -Probé el fisting pro primera vez hace pocos meses. A mi pareja le apetecía probar y yo quería darle ese placer y experimentar con nuevas sensaciones. Al principio nos costó. Empezamos con dos, tres y hasta cuatro dedos, pero allí me empezaba a doler.
Usando mucho lubricante (pero mucho, mucho) y paciencia, al final llegamos a los 5 dedos y cuando por fin me consiguió meter el puño sentí una sensación super intensa.
Para mi es algo especial que requiere tiempo y mimo, por lo que no es algo que solo hacemos cuando tenemos mucho rato para estar solos y disfrutar de ello.

 

Como vemos, en la práctica del fisting se combinan factores de exploración física intensa, búsqueda de límites, placer extremo, vulnerabilidad y dinámicas de poder con elementos de sumisión/dominación.

Preparativos:

Estas son algunas cosas que podemos hacer para que la primera experiencia con el fisting sea placentera:

Manicura. Asegúrate que las manos estén bien limpias y las uñas bien recortadas y sin esmalte. Procura tener las manos bien cuidadas y sin heridas (para prevenir la transmisión de enfermedades).

Ponte a tono. Sobra decirlo, pero empecemos poco a poco, calentando el ambiente para excitarte antes de pasar al siguiente paso. También puede ayudar tener uno o varios orgasmos antes si eres multiorgásmica.

Lubricante. Usa mucho lubricante. Empapa bien la mano en lubricante. Hay algunos tarros de lubricante con una abertura ancha para que te quepa el puño entero. También puedes usar otros lubricantes naturales como el aceite de coco.

Evita geles relajantes. Estos lubricantes tienen efectos anestésicos que pueden ocultar molestias o el dolor. Esto puede ser peligroso ya que el dolor nos puede avisar de que algo no va bien.

Higiene. Al usar tanto lubricante es posible que empapemos las sábanas. Si nos da reparo, siempre podemos usar una toalla.

Protección. Si crees que puede haber algún riesgo de transmisión de enfermedades, puedes usar guantes de látex. Es importante que se ajusten bien a tu mano para que no resulten incómodos.

Expectativas. Es posible que no consigas introducir el puño entero a la primera, ni a la segunda. Lo importante es que lo paséis bien. Si pasan semanas o meses hasta que lo consigues, está igual de bien que si lo haces a la primera. Y si decides que esto no es para ti y quieres parar en cualquier momento, enhorabuena, has reconocido tus deseos y has respetado tus límites.

 

Empecemos!

La persona que recibe el puño ya está super excitada y hemos cuidado todos los preparativos.

Pon más lubricante. Aquí no hay demasiado. Empieza a introducir otro dedo y sigue así hasta que tengas 4 dedos dentro. Ahora solo falta el pulgar.

Para introducir el último dedo haremos una forma de pico con la mano. Intentando juntar al máximo los 5 dedos. De este modo la mano se pone en la forma más estrecha posible para que pueda entrar en la vagina. Lo haremos suavemente. Entrando y saliendo la punta de los dedos para que los músculos de la vagina se vayan acostumbrando poco a poco.

Aquí la comunicación es especialmente importante. La persona que recibe nos puede ir guiando e indicando si le gusta, si quiere más o si siente algún tipo de molestia.

Un truco para pasar los nudillos es girar la mano. La vagina es más alta que ancha, por lo que girar la mano nos puede ayudar a que entre.

También podemos usar un estimulador externo para estimular el clítoris mientras  seguimos penetrando la vagina con nuestra mano.

Cuando la mano entre, ella sola se pondrá en posición de puño. En ese momento puedes empezar a estimular el interior de la vagina moviendo suavemente tus dedos y tu mano.

Puedes hacer un pequeño movimiento con tu puño como si fuera un corazón latiendo, o hacer ondas con tus dedos. También puedes mover los nudillos para que estimulen el punto G.

Encuentra el movimiento que produzca mayor placer a tu pareja y sigue. Es posible que la persona que recibe no tarde en estallar de placer y tener un orgasmo espectacular.

Al terminar:

Cuando hayáis terminado es muy importante no retirar el puño bruscamente. Hazlo de forma suave. Si se siente alguna molestia puede ayudar respirar profundamente y cuando la persona que recibe suelte aire, suavemente retirar el puño de su interior.

Tras una experiencia tan íntima e intensa no nos olvidemos de acompañar a la persona y darle los mimos y cariño que se merece.

Tened en cuenta que después de una experiencia tan intensa la vagina puede quedar muy sensible y puede necesitar unas horas antes de poder experimentar otros tipos de penetración.

Si días después de practicar el fisting se experimentan sangrados es importante acudir al ginecólogo para una revisión. Este no es un riesgo muy habitual, sobre todo si se usa mucho lubricante y se hace con suavidad y paciencia, pero los sangrados irregulares hay que tomarlos en serio y pedir la opinión de un médico.

¿Puedo hacerlo a solas?

El fisting en solitario es algo más complicado y requiere de cierta flexibilidad, pero no es imposible.

También hay juguetes eróticos con forma de mano en varias posiciones (dedos en forma de pico, puño y otras formas). Algunos de estos juguetes llevan ventosa para poder pegarlo al suelo o pared y poder experimentar el fisting en solitario

Si te decides experimentar esta práctica sexual, no olvides usar mucho lubricante, ir poco a poco y comunicar tus límites.

Publicado en: Técnicas Sexuales

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