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El Edging

Introducción

El placer sexual es una experiencia única que puede enriquecer nuestra vida íntima. A veces, puede que busquemos mejorar nuestra habilidad para disfrutar de estas sensaciones, y una técnica que ha ganado popularidad en los últimos años es el edging. En este artículo, exploraremos en detalle qué es el edging, sus beneficios, técnicas y cómo practicarlo de manera segura.

¿Qué es el edging?

Definición

El edging es una técnica sexual que consiste en llevarse al borde del orgasmo, para luego detenerse antes de alcanzarlo. El objetivo es prolongar el placer y tener un mayor control sobre el momento de la eyaculación. Esta práctica puede realizarse tanto en solitario como en pareja y puede ser aplicada tanto a hombres como a mujeres.

Orígenes

Aunque el término "edging" es relativamente nuevo, la práctica en sí tiene sus orígenes en técnicas milenarias de control sexual. Por ejemplo, en la tradición tántrica, se enseña a controlar y canalizar la energía sexual para lograr una conexión más profunda con uno mismo y con la pareja.

 

Beneficios del edging

Control de la eyaculación

Uno de los principales beneficios del edging es que ayuda a mejorar el control sobre la eyaculación. Al aprender a reconocer las señales del cuerpo y a detenerse antes del punto de no retorno, se puede evitar la eyaculación precoz y prolongar el acto sexual.

Mayor intensidad del orgasmo

Al prolongar el placer y acumular energía sexual, el edging puede llevar a orgasmos más intensos y satisfactorios. La anticipación y el juego prolongado aumentan la excitación, lo que puede resultar en un clímax más poderoso.

Fortalecimiento de la conexión emocional

Practicar el edging en pareja puede fortalecer la conexión emocional entre ambos. Al centrarse en el placer mutuo y en prolongar la intimidad, se crea un ambiente de confianza y complicidad.

 

Técnicas de edging

Start-stop

La técnica del start-stop consiste en detener la estimulación sexual justo antes de alcanzar el orgasmo. Se debe esperar hasta que la excitación disminuya un poco y luego reanudar la estimulación. Este proceso se repite varias veces antes de permitirse llegar al clímax.

Squeeze

El método del squeeze, o apretón, implica aplicar presión en la base del pene justo antes de llegar al orgasmo. Esto puede ayudar a detener la eyaculación y prolongar la experiencia sexual. Para aplicar esta técnica, se debe usar el pulgar y los dedos índice y medio para ejercer presión en la base del pene durante unos segundos, luego soltar y continuar con la estimulación.

Kegel

Los ejercicios de Kegel fortalecen los músculos del suelo pélvico, lo que puede mejorar el control sobre la eyaculación. Para practicarlos, se debe contraer y relajar los músculos que se utilizan para detener el flujo de orina. Al dominar estos ejercicios, se pueden aplicar durante el acto sexual para controlar el momento del orgasmo.

 

Edging en solitario y en pareja

El edging puede practicarse tanto en solitario como en pareja. La autoexploración es una excelente manera de conocer el propio cuerpo y sus señales, lo que puede facilitar la aplicación de las técnicas de edging durante el acto sexual en pareja. Por otro lado, practicar el edging con una pareja fomenta la comunicación, la confianza y la intimidad emocional.

 

¿Cómo empezar con el edging?

Para comenzar a practicar el edging, lo más importante es aprender a reconocer las señales que indican que el orgasmo está cerca. Esto puede requerir un poco de práctica y paciencia, pero con el tiempo se volverá más fácil identificar el punto de no retorno. Una vez que se reconozcan estas señales, se pueden aplicar las técnicas mencionadas anteriormente para prolongar el placer y controlar el orgasmo.

 

Riesgos y precauciones

Aunque el edging puede ser una práctica placentera y beneficiosa, también es importante tener en cuenta algunos riesgos y precauciones. Prolongar en exceso el orgasmo puede provocar molestias o dolor en algunas personas. Además, si se sufre de eyaculación retardada, es posible que el edging no sea la técnica más adecuada. Como siempre, es fundamental escuchar al cuerpo y respetar sus límites.

 

Conclusión

El edging es una técnica que puede mejorar nuestra vida sexual al permitirnos controlar y prolongar el orgasmo. Al practicarlo de forma consciente y segura, podemos disfrutar de sus beneficios y fortalecer nuestra conexión emocional con nuestra pareja. No dudes en explorar esta práctica y descubrir cómo puede enriquecer tu vida íntima.

 

Preguntas frecuentes (FAQ)

¿El edging es solo para hombres?

No, el edging puede ser practicado tanto por hombres como por mujeres. Ambos pueden beneficiarse de un mayor control del orgasmo y una mayor intensidad en el clímax.

¿Cuánto tiempo se debe practicar el edging en una sesión?

El tiempo puede variar según las preferencias personales y la experiencia. Puede empezar con períodos cortos de 10 a 15 minutos e ir aumentando según lo desee y se sienta cómodo.

¿Es malo practicar el edging con frecuencia?

No necesariamente, pero es importante escuchar a tu cuerpo y respetar sus límites. Si sientes molestias o dolor, es posible que sea conveniente disminuir la frecuencia o dur ación de las sesiones de edging.

¿Puede el edging afectar negativamente la vida sexual en pareja?

Si se practica de forma consciente y se comunica abiertamente con la pareja, el edging puede ser beneficioso para la vida sexual en pareja. Sin embargo, si se convierte en una obsesión o en un impedimento para disfrutar plenamente del sexo, es importante reflexionar sobre su práctica y buscar un equilibrio adecuado.

¿Es posible aplicar el edging durante el sexo oral o la masturbación?

Sí, el edging puede aplicarse en diversas situaciones, incluyendo el sexo oral y la masturbación. La clave es aprender a reconocer las señales del cuerpo y detenerse antes de llegar al punto de no retorno, independientemente de la actividad sexual que se esté realizando.

Publicado en: Técnicas Sexuales

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